CENTROS DE MAYORES

Centros
de mayores

En esta apasionante época en la que vivimos, rodeados de grandes avances donde incluso la Inteligencia Artificial ya está jugando su incipiente papel, no puede ser que las personas más vulnerables de nuestra sociedad, ancianos y niños no disfruten de todas las ventajas posibles en los entornos donde desarrollan sus vidas.

Las personas más mayores además de merecer nuestro respeto como personas son los que han preparado el camino para llegar a los niveles de bienestar en los que estamos con su trabajo y sacrificio.

Cualquiera que sea la etapa de nuestra vida, siempre pensamos como será nuestro futuro. Mi tendencia natural es pensar que habrá incidencias, pero también disfrutaré de muchos momentos agradables y felices rodeado de familiares y amigos con planes y expectativas.

Quiero pensar que el lugar donde resida me ayudará a disfrutar de esta etapa de la vida.

Quiero aportar mis conocimientos e imaginación para tratar de mejorar la vida de los más mayores, ayudando a crear espacios donde la armonía, la tranquilidad, la vida activa y social, la salud, o el sentido de pertenencia a ese entorno sean premisas constantes.

Se están superando los modelos de las Residencias de Ancianos, que siendo respetables y habiendo ayudado a resolver el problema, no siempre han sido la mejor opción, ni la más deseada por nuestros mayores. Una solución muy extendida en Europa y EEUU son los llamados “apartamentos con servicios”, “Senior living” o “Cohousing”. La idea es que los residentes mantengan la mayor independencia siguiendo con sus preferencias y estilo de vida. Existen diferentes niveles de dependencia adaptados a las necesidades de cada individuo o grupo familiar llegando a haber centros con características especiales.

Esta solución tiene un amplísimo recorrido y futuro, aunque la legislación vigente y las directrices desarrolladas por algunas autonomías españolas son realmente de mínimos. Existen una gran cantidad de experiencias donde los mayores disfrutan de una vida saludable y plena; donde se cuidan los detalles para mejorar las vidas de todos los usuarios, incluidos el personal especializado, las visitas y los residentes; en los que se cuida con especial cuidado la calidad del aire, la luz natural y la eléctrica adecuada a cada momento, las vistas, los elementos biofílicos, los ruidos, las radiaciones electromagnéticas, las sustancias toxicas, etc.; en los que la legislación debería exigir un nivel superior si el objetivo perseguido es la optimización de la calidad de vida, la salud y el bienestar de nuestros mayores.

Sabemos que las buenas prácticas aportan un sinfín de beneficios como: una vida más activa, menos enfermedades, mejor sueño reparador por la noche, menos micro sueños durante el día, contacto social con los vecinos… Una premisa muy importante es que se sientan cómodos e integrados física y socialmente. Existen multitud de estudios que refrendan el hecho de que estos espacios cuando están bien diseñados tienen efectos beneficiosos reduciendo el estrés y la ansiedad.

Partiendo de las premisas fundamentales que debe tener cualquier hogar que se pueda llamar saludable, tenemos que estar seguros de que se incluyen soluciones que garanticen su seguridad, rápida asistencia, disponibilidad de servicios y su movilidad.

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